Buscar este blog

Etiquetas

El Heavy Metal nuestro de cada día:

El Heavy Metal nuestro de cada día: Endless Forms Most Beatiful
En la voz tranquila y profunda de Richard Dawkins comienza el octavo disco de la banda finlandesa Nightwish, Endless Forms Most Beautiful (2015). En el preludio; la calma antes de una explosión; el famoso biólogo reflexiona...

domingo, 22 de enero de 2017

El Heavy Metal nuestro de cada día: Rush


A propósito de Neil Peart, la banda Rush recientemente anunció su retiro definitivo de los grandes escenarios mundiales. Celebramos el legado de más de cuarenta años de ritmos místicos, signos vitales y las ondas permanentes de sus canciones. Ha sido un maratón el que han corrido a lo largo de más de veinte discos de larga duración y veintisiete giras mundiales, pero a pesar de los deseos de muchos, el tiempo no se detiene. Despedimos a los monarcas del rock progresivo saliendo por la parte izquierda de la tarima, no en el día de la Bastilla y aun en el tope de su género. Ahora bien, se retiran solo del candelero de las grandes tarimas mundiales. Con suerte, todavía podremos disfrutar de su virtuosidad y de sus caricias de acero en algún concierto benéfico aquí o allá. Tal vez en los próximos años resuenen sus himnos desde la concha acústica del precioso parque del lago, con nosotros tendidos sobre la grama fresca y bajo la sombra alta de los robles y los arces:  árboles perennemente en guerra por la luz del sol. Tal vez disfruten primero de unas merecidas vacaciones y compren un pasaje a Bangkok, o vuelen de noche para pasar unos días en la Villa Strangiato. Sea cual fuere el camino que encuentren, podemos estar seguros que poseen el alma de Tom Sawyer y que su libre albedrío muy pronto, una misión les delegará. Su música nos queda cerca del corazón y perdurará, como lo hizo el espíritu de la radio, de no consumarse lo que Neil advirtió temprano y distante, si sobrevivimos a la extinción en el sector A. En ese futuro lejano, igualmente lleno de subdivisiones y mucho antes de la revolución del 2112, puedo imaginar a un sobrino rebelde en una barchetta roja, descapotada, huyendo de las patrullas robóticas, mientras escucha YYZ por las bocinas de su radio análogo.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario