El Heavy Metal nuestro de cada día: Endless Forms Most Beatiful
En la voz tranquila y profunda de Richard Dawkins comienza el octavo disco de la banda finlandesa Nightwish, Endless Forms Most Beautiful (2015). En el preludio; la calma antes de una explosión; el famoso biólogo reflexiona...
Entonces quedaba solo uno… Hoy fue
uno de esos días más oscuros. Cumpliste a cabalidad con la
maldición de tu ciudad. Solo tú sabes que secretos se enrollaron en
tu cuello. Si existe una eternidad, entonces, saluda de mi parte a
Kurt, Layne y a Scott; solo puedo imaginar la magia que forjarían
ustedes, los hermanos de Seattle, libres de toda mortalidad. Desde
el más allá, ficticio o real, tu voz seguirá tan áspera, dulce y
poderosa como siempre fue. Tus melodías seguirán arrullando los
oídos, volando nuestras mentes y explotando en rabia lo sentidos.
Descansa en paz Chris Cornell. ¡Sigue
brillando para siempre!
Fell On Black Days
Whatsoever I've feared has come to life. Whatsoever I've fought off became my life. Just when everyday seemed to greet me with a smile, sunspots have faded and now I'm doing time. Cause I fell on black days.
Whomsoever I've cured I've sickened now. Whomsoever I've cradled I've put you down. I'm a search light soul they say,
but I can't see it in the night. I'm only faking when I get it right. Cause I fell on black days. How would I know that this could be my fate?
So what you wanted to see good has made you blind. And what you wanted to be yours has made it mine. So don't you lock up something that you wanted to see fly. Hands are for shaking,
not tying. No, not tying.
I sure don't mind a change,
but I fell on black days How would I know that this could be my fate?
Había
imaginado ese momento por mucho tiempo; desde que entendió el valor
del dinero. Se reventó el lomo bajo el sol despiadado por tantos
años, acicalando patios, recogiendo escombros y basura, buscando
hacer chivos en la pintura o en la albañilería. Fue víctima de la ira de ex-esposas rabiosas, del desdén de hijos
malagradecidos y del menosprecio de extraños en la calle que nunca lo conocieron.
Una
hernia que bajó de la ingle, le apretaba los testículos cada vez que orinaba. Montañas de mierda
pesaban sobre él. Pensó que era su derecho, que ahora, al final, ejercería el
control sobre su vida. La navaja partió la arteria; la sangre
comenzó a manar a la vez que una sonrisa nacía de sus labios. Él
buscaba su recompensa. Él empuñaba el filo amolado desde aquella
esquina oscura. Sabía que pronto alguien vendría a cobrar el
billete de lotería: un trozo de papel más, como muchos otros, que
salva y cobra vidas.
Le insinuaba a Iván Andrade aquí, que el ser humano tiene, por
necesidad, que reutilizar las piezas con las que construye sus deidades.
Este fenómeno es harto estudiado, como por ejemplo en The World's Sixteen Crucified Saviours, donde se revela una línea de ensamblaje antiquísima,
para la producción de un Jesús de Nazaret. Este reciclaje de
supersticiones quedó genialmente ilustrado por Mattias Mackler, en su
magistral diagrama de Venn. En este caso, la trinidad de monstruos victorianos heredó partes de Jesús.
Se aproxima el primer cumpleaños de esta criatura cibernética. Ha sido un espacio de valor incalculable. Se ha convertido en mi cueva secreta donde, al igual que los cavernícolas de Chauvet (pero con menos destreza), he podido pintar en las paredes algunas impresiones sobre dos mundos: el que me penetra y el que me envuelve. Este rincón incógnito de la Internet también me ha permitido experimentar con el desdoblamiento voluntario que sugieren los(as) hermanos(as) Wachowskis y probar el involuntario del cual nos adviertía Saramago.
En resumen, este primer año de escritos ha sido una mezcla de cosas viejas, aunque evolucionadas, y cosas nuevas. A medida que avance en este proceso, la proporción será mas innovadora; lo prometo. Estoy trabajando en tres narraciones vírgenes y pronto pienso editar otro poema que encontré en una caja de zapatos. De lo que ya está publicado, puedo afirmar que, en narrativa, estoy orgulloso de Parábola de los seis demonios y Aire, que pudo haber ganado mi primer certamen de cuentos (pero no lo hizo). Blackstar y Haro Onna tal vez son los únicos poemas que puedan considerarse buenos, aunque confieso, sigo luchando contra mi adicción a la rima consonante. También siento un apego especial por Fuego, porque fue el primero que forzó mi mano al papel hace muchos años atrás. Las crónicas de mis aventuras en la astronomía siempre me brindan inmenso placer escribir, más aun porque requieren de mucha investigación antes y después del evento. Como siempre, la música pesada seguirá siendo el hilo que teje esta maraña.
He disfrutado mucho conocer otros escritores y pensadores aquí en la virtualidad. Me encantan las notas de la Guardaraya de la Siberia, la poesía de Jose Guillermo Buitrago y las rabietas de Javier Muñoz Rojas (y su inagotable vocabulario). A Carlos Gamissans le estaré siempre agradecido por subscribirse y con Augusto Lázaro me encantaría conversar algún día. Seguiré haciendo caso omiso al hecho de que nadie lea estas cosas. Si no fuera por el ataque continuo de los spambots y los enlaces regulares desde páginas de pornografía rumanas (algunas muy interesantes, por cierto), ni se pudieran calcular las estadísticas en Blogger. Como le comenté una vez a Carlos Gamissans, coincido con Virginia Woolf: el placer mas profundo es escribir, el que te lean es un placer superficial.
“Nada cambia, nada queda igual...
...Todo cambia, todo queda igual.”
T.Auger (Fiel a la Vega)
Jorge Santayana fue el primero en
afirmar que la vida
era un camino asechado por atajos y bifurcaciones mal rotuladas que,
si no tenías cuidado, si no estudiabas con premeditación, te
llevaban de regreso al origen.
En esencia:
los que desconocen la historia están condenados a repetirla. Puerto
Rico es tal vez el niño símbolo de esta máxima. La isla sufre
amnesias
frecuentes y prolongadas (cada
cuatro años, para ser más especifico), que la
hacen oscilar como un péndulo
entre dos partidos políticos que, detrás
de las insignias,
son la misma cosa. Pero, más
allá de esta terquedad cíclica, que obviamente
nos impide sacar los pies del fango,
he llegado a sospechar algo mucho más terrible. Rebuscando entre
periódicos viejos (en linea, claro) y resucitando eventos en
youtube,
me ha poseído la extraña premonición
de que aquí la historia nunca
ha regresado,
que la cruel verdad es que nada, en el fondo, ha cambiado.
Por ejemplo, hace
veinte años éramos un territorio no incorporado de los Estados
Unidos con un gobernador de apellido Roselló que estaba tramando un
plebiscito de estatus. El plebiscito dividía el espectro de
identidad nacional en cuatro opciones de estatus: desde anexión
hasta independencia plena. Cuando por fin se contaron todas las
papeletas, la opción mas cuantiosa fue una quinta columna inventada
por el PPD titulada “ninguna de las anteriores”; en efecto, ganó la indefinifición. Hoy tenemos a otro Roselló gobernando y con otro
plebiscito en agenda. Este,
pautado para el undécimo día de junio, era un artefacto jurídico
plagado de sospechas y supersticiones,
pero que quizássin querer queriendo,
tenía la posibilidad de fecundar
un cambio genuino en
la vida de los borinqueños.
Quizás hubiera logrado algo
que, en contra de todas fuerzas
del universo que intentan mantener la isla intacta, sería
irreversible y luego de gestado solo se pudiera mirar hacia adelante.
Claro, el artefacto
pudo haber sido aun más simple
y abarcador: ciudadanía norteamericana, ¿si
o no? De esa forma cerrábamos
la puerta, para siempre, a un asunto centenario.
Sin embargo, este plebiscito
del once
de junio, aunque no tan
afilado, por lo menos borraba la
opción
territorial y era
lo más
cerca que habíamos llegado a formular esa disyuntiva.
El
13 de abril el departamento de justicia federal, al servicio de los
cabilderos del PPD (pregunto:
¿de
donde sale el dinero para pagarles?),
implotó el proceso. Actuando otra vez a favor del inmovilismo,
emitió una carta donde obliga al gobierno insular a incluir
el territorio como opción
en la papeleta. No es la primera vez que los federales practican el
terrorismo contra Puerto Rico; lo llevan haciendo por más
de cien años. Para mi
consuelo, aunque
muy leve, esta bomba también
le reventó en las manos al PPD y a
sus secuaces, ya que el fiscal
general hace llamar la opción
territorial como lo que es:
“territorial status”
o territorio no incorporado, en español.
Desde sus madrigueras, los
líderes del PPD se rasgaron las vestiduras, indignados por que según
ellos, el nombre correcto era “estado libre asociado”. Inmenso
nombre para una paradoja, ya que Puerto Rico no es ni será un
estado, tampoco es socio en una relación donde los federales y el
congreso tienen los poderes plenos sobre nosotros, y mucho menos
libre. Mas allá
del nombre que quieran usar
para disfrazar
la colonia, ha sido planteado
por muchos otros y con mayor elocuencia y profundidad,
que no se le puede preguntar a un esclavo si quiere seguir siendo
esclavo. La esclavitud está prohibida por la moral y el derecho
internacional. Es igualmente
claro que los norteamericanos no quieren ni van a incorporarnos como
estado, ni de ninguna otra manera, especialmente con los republicanos
en el poder, un gobierno de ocupación (junta de control
fiscal) implantado por Wall Street en la isla y una supuesta deuda
fiscal de mas de 72 billones de dólares. El
fiscal general, actuando como
lo hizo Poncio Pilato con los colonos judíos, se lavó las manos
para evitar enfrentar una
petición de estadidad en agosto.
Nada
más que hacer. El resultado del plebiscito será otra fracción de
incertidumbre estadística que sirva para argumentar desde cualquier
lado. Aun así iré el once de junio a tachar la papeleta. Donde
quiera que me pregunten seguiré siempre afirmando lo mismo:
ciudadanía puertorriqueña e independencia. Puedo predecir que
pasará con el resto de nosotros. Seguirán
los Hernández, los Acevedo, los Ferré-Rangel
y los Carrión difuminando su miedo y sus prejuicios,
susurrando al oído de la masa estultay pagando cabilderos con dinero
de extrañas procedencias.
Seguirán los Roselló tocando la dulce flauta de la ilusión cómoda
y barata, tratando de bailar la estampida de ratas hasta el río.
Seguirán las cosas como fueron hace veinte, cuarenta, quinientos
años atrás. Puerto Rico
seguirá siendo una nación infante, espantada de su destino. Seguirá
siendo la colonia mas antigua de la humanidad. Seguirá Sísifo
rodando la piedra. No cambiará
porque el inmovilismo
se ha congelado alrededor
de nosotros, como una gota de ámbaralrededor
de un insecto antiguo. Nos han enterrado en nuestra propia tumba; nos
arropó silente un
tsunami de cemento. Esta bóveda
de miedo es, al parecer, inquebrantable. Ni aunque naciera aquí un
trece de abril, otro Guido Fawkes que reviente el capitolio y la Santa
Catalina. Ni aunque que dejen
caer aquí la madre de todas las bombas.